Me quedare a sus pies, Señor.
No quiero pensar, no quiero sentir, no quiero vivir lo que pasa y soñar lo que nunca ocurre.
Me quedare quieta, inmóvil, esperando una orden que active mi alma, que mueva la esencia, que deje fluir el mundo que se baña en la oscura sombra de sus labios.
Déjeme devorar la penumbra y descubrir sin miedo lo que tanto ansío pero sobretodo... Déjeme olvidar lo que nunca quiso destrozarme y me dejo hecha pedazos.
A veces necesitamos encontrar un sentido a nuestra vida, a veces nos sentimos solos en el mundo y solo es en ese momento cuando tenemos ideas tan buenas como plasmar un simple diario en una red social llena de pequeñas hormiguitas buscando salir del olvido.
jueves, 4 de enero de 2018
Quieta
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