Pienso, luego existo, decía uno de los grandes. Pienso y desisto, pienso yo.
Difícil es entender, comprender el sentido de todo aquello que me rodea. Las palabras intangibles que me llenan de dudas pasan de largo por la estúpida coraza que tengo desde que tengo uso de razón.
Necesito volar, explotar y soñar hasta estamparme con el muro que siempre me pongo delante.
A veces me fustigo con todas las verdades que me trago por tal de no soltar algo indebido contra quien quiero más que a mi propia vida.
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