No dejemos en el olvido el día de los débiles, los desvalidos que luchan por sobrevivir. Que no caen a pesar de los azotes de la vida, las guantadas del destino y las pausas que los dejan sin aliento entre insultos y arrepentimientos.
No dejemos a un lado a los que cayeron, aquellos que reciben rosas de sus pétalos cada año en este día, y en el resto de días que no los dejan en el recuerdo... Cayeron entre las lagrimas de la desesperación bañada en esperanza marchita, esperanza machista que siempre estaba presente entre sus suplicas por encontrar el camino que soñaban.... soñaban con la libertad al lado del monstruo que mas amaban.
Hoy no es solo un día, es el día que encauza el futuro, el futuro de un mañana que se bañe en la igualdad que avanza y regresa una vez y otra sin encontrar un paso firme donde apoyarse.
Debería de darse asco todo aquel que sueña y no realiza, aquel que critica que pero hace lo anterior, al hipócrita que grita al compás de una ayuda mundana en su casa que su propio hecho le hace perder el sentido.
No soñemos con cambiar, cambiemos aquello que esta cerca, aquello que no tiene que salir en el periódico ni alarmar a ningún amigo. Cambiemos algo que nunca debió pasar y seguirá pasando.
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