Llenamos la tierra con desconocidos, ocultos entre las sombras que bailan al compás de lo incognito. Del enigma que esconden, que se funde entre sus pensamientos y que los lleva a la ignorancia, al olvido, a la perseverancia absurda con su transparencia innata.
Llenemos el mundo manifestando la verdad, lo conocido, lo que vemos, lo que creemos que es real para entender la superficialidad que tiene la esencia.
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